Cuando decidí volver a escribir (públicamente), me atrevo a decir que fue casi por una necesidad de comenzar a redescubrirme. Hay tantas cosas que tengo guardadas, acumuladas, esperando mágicamente ser desenterradas, con cierto delirio o intención de formar parte de un mundo real y táctico, que sencillamente no pude negarme, a pesar de que siempre luchan conmigo, o entre ellas. No deja de ser gracioso entonces que me cueste sobremanera darme a entender, porque siento tan fuerte ese deseo que mi racionalidad me explica que no debería costarme...¿Me explico?
Durante estos últimos días he sido feliz...muy feliz. Música, letras, conversaciones especiales, cigarros interminables, humor gráfico, miradas...Todo forma parte de ESE gran todo que estoy buscando y que creo estoy aprendiendo a encontrar.
Un especial saludo al incienso que ahora me acompaña, a mi pequeño príncipe Agustín y al monosílabo señor que siempre comenta mis boludeces...
Adiós!
Un especial saludo al incienso que ahora me acompaña, a mi pequeño príncipe Agustín y al monosílabo señor que siempre comenta mis boludeces...
Adiós!